Mateo Stanford está esperando todo el día a que su maestro Dany Romeo vuelva a casa de su trabajo de construcción, sudando. Llega el jefe, pone los pies apestosos sobre la mesa. Como buen perro y esclavo obediente, Mateo debe lamer los pies perfumados de su amo, olerlos y embriagarse con los olores fuertes y masculinos de su amo. Obedecer, servir, lamer y servir a su amo como un perro es el verdadero significado de la vida de su esclavo. Su recompensa? El semen caliente y salado de las grandes bolas del maestro Dany Romeo. Su macho quiere que esté listo para servir cuando llegue a casa. Tiene que encontrarse con él en sus suspensorios, lamer el sudor de sus axilas, darle una buena mamada, abrir su culo para follar y recibir su alfa cum.